sábado, 30 de septiembre de 2017

RUTA A SAN JUAN DE CHILLOGALLO

CICLISMO DE AVENTURA – MODALIDAD RUTA Y MONTAÑA

RUTA CICLISTICA A SAN JUAN DE CHILLOGALLO

II PARTE


Caserio de San Juan de Chillogallo.
San Juan es un pequeño caserío, casi olvidado en el tiempo, las pocas casas que se levantan en el sitio son de estructura mixta (madera y bloques, con techos de teja).

En el sitio existe una tienda para abastecerse de alimentos y gaseosas. Esta ruta que atraviesa a San Juan, es la primera vía que se abre camino en la cordillera occidental, la misma que une la región Sierra con la región Costa, especialmente la provincia de Pichincha con las provincias de Santo Domingo de Los Tsachilas y Esmeraldas.

De esta manera se abren las puertas a la capital Quito, hacia las demás provincias de la región del Océano Pacifico y sus hermosas playas y balnearios turísticos. En el trayecto y después de descender por el camino que serpentea entre la cordillera occidental, de camino a la costa, podemos visitar el poblado de Chiriboga, sitio turístico y paradero para alimentarse, descansar y disfrutar del paisaje de este punto enclavado en medio de la cordillera, para luego reiniciar y continuar con el viaje de Aventura.

Esta vía o ruta desemboca en la población de Alluriquín. Aquí podremos hacernos de las melcochas y el maní de dulce productos típicos de esta zona, así como probar la gastronomía de la región. Y, a tan solo 30 minutos se encuentra la capital de la actual y nueva provincia de Santo Domingo de Los Tsachilas, de camino hacia la provincia Verde, Esmeraldas y sus balnearios turísticos.

El Volcán Atacazo al fondo y, la Fiel-Compañera de Aventuras.
Desde San Juan también se puede seguir la Ruta turística que conduce a los páramos o zona montañosa que circunda al volcán Atacazo. El área circúndate a este volcán se constituye como una zona recreativa y mirador natural de las parroquias urbanas del sur del cantón Qutio.

La riqueza de todo este ecosistema montañoso es abundante en una gran diversidad de especies: árboles, arbustos, plantas endémicas, pajonales, frutas silvestres como el mortiño y el taxo, así, como en especies de aves, animales y una gran variedad de insectos y ranas de paramo.

Esta es quizá una descripción general de casi todo lo que se puede apreciar y descubrir si nos “aventuramos a conocer más allá del áspero, frío concreto y hierro que predominan en la ciudad”.

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